«Los Cinco Sentidos»: escuchar, ¿para oír, sentir (entender)?

Como el artículo de hoy es el siguiente de la serie sobre los cinco sentidos, no repetiré el preámbulo sobre el significado y finalidad de los mismos. (Para aquellos que no lo hubieran podido leer y estén interesados ​​en hacerlo, pueden encontrarlo aquí mismo en mi blog).

Escuchar, oír los sonidos únicamente (más o menos nítidos), ¿o bien prestar atención para entender lo que se nos quiere transmitir con la intención (por ambas partes) de comunicarnos?

¿O no les ha ocurrido a ustedes que a veces sólo han oído los sonidos y no han entendido prácticamente nada? Y esto ha sucedido no por falta de volumen o de proximidad con la persona que les hablaba. Más bien por falta de atención inconsciente o voluntaria a aquello que le decían.

Si hacemos caso de la definición del Diccionario de la Lengua Española [RAE], Escuchar: Prestar atención a lo que se oye; Dar oídos, atender a un aviso, consejo o sugerencia; Aplicar el oído para oír algo; es algo bastante más profundo que simplemente oír sonidos o ruidos. Es poner toda la intención (las ganas de) y toda la atención (la voluntad, la consciencia) para sentir y entender al otro, para comunicar, en definitiva, ¡para establecer un vínculo, un diálogo!

Como el propio nombre indica el diálogo es cosa de dos o más personas, ya que sino sería un monólogo, un discurso unidireccional sin la finalidad de establecer una comunicación.

Este Escuchar, este Diálogo puede ser con otras personas, pero también puede ser interno, con uno mismo. No importa, el tratamiento será idéntico:

¡Prestar atención, aplicar el oído a oír!

Tenemos tantos refranes para recordarnos que a menudo no hacemos lo anterior. «Hacer oídos sordos», «Hacerse el sordo», «Hacerse el loco», etc. nos recuerdan que muchas veces, demasiadas, no entenderse no es casual, es la voluntad (más o menos consciente) de no querer escuchar ¡o de no querer escucharse!

Y la reflexión que deseo transmitirles es la siguiente:

¡Es evidente que son ustedes libres de querer escuchar o no! (o escucharse: aplíquese de ahora en adelante ambas opciones, externa e interna, aunque lo diga en formato externo). Nadie les obliga a prestar el oído a lo que no les interese (por los motivos que sean).

Si no quieren establecer un diálogo, comunicar y entender es su intención y su decisión, y como tal ¡es totalmente respetable y perfecta!

Pero si NO quieren hacerlo ¿porqué hacer ver que si quieren hacerlo? ¿Porqué hace falta (¿hace falta realmente?) hacer lo que uno NO quiere? Si realmente y auténticamente es Libre (y, hasta prueba de lo contrario ¡lo es!) ¿Hace falta que haga teatro (comedia o tragicomedia) haciendo ver que escucha cuando realmente NO lo está haciendo? ¿«Hace falta» hacer como si…? ¿«Hace falta» mantener la apariencia social, «montar el numero»?

¿Hacer esto sería, es, ser honesto y auténtico? O bien es ser hipócrita, un hipócrita que desea mantener la apariencia de ser alguien social e interesado en lo que el otro dice, cuando realmente NO le interesa ni le importa nada.

Si no desea escuchar algo, alguien, ¿para que hacerlo?

Si no desea hacer, o dejar de hacer, algo, ¿porqué hacerlo?

Si no desea escucharse, entenderse, comprender lo que le sucede con la intención de poner soluciones y resolverlo, recuerde que sigue siendo libre y que nadie le obliga a «poner remedio a sus males».

Puede seguir tanto tiempo como desee con «sus males», pero sobre todo NO se engañe, no se mienta a usted mismo diciendo que si quiere.

Si ahora no es el momento y no se siente preparado para afrontar el reto de descubrirse, no pasa nada, ¡más adelante es posible que lo esté!

Porque si se sigue mintiendo diciendo que si quiere, y no lo hace, esto todavía empeorará el tema haciendo bajar aún más su autoestima y confianza.

Pero si quiere oír/ oírse, sentir/ sentirse, entender/ entenderse, entonces

le animo a ¡Prestar atención, aplicar el oído para oír!,

le animo a ¡Poner toda la intención, toda la atención, la consciencia para sentir y entender al otro, para comunicar, para establecer un vínculo, un diálogo!

le animo a ¡ ESCUCHAR !