«Buscando la Felicidad»


Gandhi- Felicidad

Gandhi- Felicidad

¿Alguien no la busca? ¿Conocen ustedes a alguna persona que, en su sano juicio, diga «yo, de mayor, quiero ser desgraciado»? Espero y creo que no conocerán a ninguna. Así pues todos, absolutamente todos, estamos buscando ser felices. Al menos en teoría.

Ya que si no queremos (en teoría) ser desgraciados, queremos ser todo lo contrario, o sea: ¡felices!

No importa si decimos que «ya soy feliz, o al menos razonablemente feliz», ¿a quien no le vendría bien un poco más de felicidad?, ¿a quién no le «cabe» una mayor dosis de felicidad? Ya que no ocupa espacio, ¿quién no quiere más bienestar y felicidad?

Si todo el mundo busca ser feliz; si vemos la realidad que nos rodea y constatamos que no parece que la felicidad sea un bien que sobre, un bien en sobreproducción, la pregunta que nos podemos y deberíamos hacer es la siguiente:

¿porque no somos más felices y la felicidad no está extendida por todo el mundo universalmente?

Varias respuestas posibles me vienen al espíritu:

  • Quizá no la buscamos realmente. (Tal vez estemos acostumbrados a su carencia, nos hemos «resignado» a nuestro malestar y creemos que el sufrimiento es «normal»).
  • Acaso no hacemos todo lo necesario para conseguirla. (Decimos que la queremos, pero no hacemos nada, o poco, para llegar a ella. Tal vez de pequeños nos decían que venimos aquí a sufrir, o que no la merecíamos, etc.).
  • A lo mejor (o a lo peor) la buscamos por caminos erróneos o a través de diferentes sucedáneos. (alcohol, drogas, entretenimiento a cualquier precio, etc.).
  • También cabe la posibilidad de que nos auto engañemos y que hayamos hecho una «película», un «castillo de hadas». (Yo lo tengo todo: familia, dinero, trabajo, éxito social, salud, etc.).
  • Todavía existe la probabilidad de que no tengamos ni idea de que es ser feliz. (Aunque la sociedad nos bombardea con imágenes estereotipadas de la felicidad, ¿sabemos, sé, sabe usted que es la felicidad, la felicidad personal e intransferible de cada uno?).

Algunos pensarán tal vez que el planteamiento es maximalista.

Con franqueza y honestidad poniéndose una mano en el corazón piensen y sientan, sientan si están realmente/totalmente seguros de que son plenamente felices y de que

¿»no les cabe ni un gramo más de felicidad»?

Este escrito no pretende hacer que nadie se deprima sino todo lo contrario. Pretende ser una invitación a la reflexión. Una herramienta para empezar a buscar esta felicidad ansiada (aunque sea de manera callada, subconsciente). O para redoblar esfuerzos y conseguir más todavía (si ya tenemos una poca, o mucha).

Varias propuestas y vías de exploración para comenzar o profundizar la búsqueda:

  • En primer lugar sentirse profundamente. (Hay que tomarse el tiempo: dejar de correr y sentir como me siento, ¿que tal estoy de felicidad?).
  • ¿Cuál es mi concepto de felicidad? ¿Que es lo que a mí realmente me llena de felicidad? (Recuerde que la felicidad es personal e intransferible: huya de los clichés estereotipados, de lo que la sociedad le quiere vender como producto consumible, libérese también de los modelos enseñados durante su infancia y educación).
  • ¿”Cabe un gramo más de felicidad dentro de mí»? (Como he dicho antes: no ocupa espacio!).
  • Una vez hecha la primera parte de la búsqueda: cantidad, concepto, ¿quiero más?; hay que pasar a la segunda fase: ¡vaciar el vaso/el ser para poder llenarlo!
  • Hay que empezar a liberarse de todo aquello que lo aleja de su felicidad. (Tras el análisis anterior, sabido lo que no me aporta felicidad; sin roturas, poco a poco (o rápido), ir dejando/alejando todo aquello que me resta felicidad).
  • Sabido lo que me aporta felicidad, ¡elegir hacer aquello que quiero! (Sólo lo que quiero hacer conscientemente, sin sentirme «obligado» a hacerlo por viejas pautas o costumbres: ¿que dirán?, ¡tengo que hacerlo!, ¡estoy obligado!, lo esperan de mí, etc., etc.).
  •  No asumir nada nuevo que no vaya en la línea de la felicidad. (Sin dejar las responsabilidades contraídas, no coger otras nuevas que no aporten bienestar).

Y así, haciendo lo que quiere hacer, solo lo que quiere hacer, todo lo que quiere hacer, sin «obligaciones», irá llenando el vaso de la felicidad y la búsqueda será cada vez más fácil y más clara.

P.D. Sugiero como recordatorio escribir y enganchar el espejo del lavabo

         (o en cualquier otro lugar bien visible para usted) la siguiente frase:

¿Que tal estoy hoy de felicidad?

Avatar de Desconocido

About Miquel Bru

Me dedico al bienestar integral de la persona tanto en el entorno empresarial como a particulares. Coach y formador, Creador y Terapeuta del método: "Acompañamiento Personal" ©. Creador y conductor de diferentes seminarios de Crecimiento Personal desde hace años: “En busca del Maestro Interno”, “Superando la Muerte”, “El botiquín Interno de la Salud”, “Psico-Bio-Generadores: Chakras”. Creador del "Sistema Y'Un" ©, profesor de Zen desde 1986 en la línea Dürckheim (temáticos de Zazen), Hipnoterapeuta, Trainer en Control Mental y técnicas de relajación-meditación (temáticos de meditación) además de maestro de Reiki. Desde 2004 hasta 2013 Gerente del Centro Mosaic en el Principado de Andorra, el cual está dirigido al crecimiento holístico de la persona. Realizo conferencias, seminarios y cursos en diferentes lugares.
Esta entrada fue publicada en Articulos en Español y etiquetada , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario