
San Valentín, o el Arte de amar!
Foto cedida por SeisH: http://www.fabrica-bolleria-seish.com
Hoy es San Valentín, y en todas partes, como ocurre durante el tiempo de la Navidad, nos encontramos sumergidos con todo tipo de anuncios y reclamos que nos dicen que hay que mostrar y demostrar nuestro amor con una serie de complementos. Que si un roscón, unas pastas, una joya, un vestido, algo de ropa interior, quizás algo tecnológico …
Es evidente que no tengo nada en contra de todos estos artículos ni de comprar algo para la persona amada. No, no es eso, más bien al contrario. Está muy bien mostrar nuestra estima de manera práctica con algún objeto que pueda endulzar el día del amado / a.
De lo que les quiero hablar hoy es del Arte de amar! Habría que reservar el querer, el estimar a algunas fechas señaladas en las que «toca» amar? Habría así un tiempo para cada cosa donde hay que hacer lo que haga falta?
Yo creo que NO! y les quiero hablar del estimar, el querer, en el sentido más amplio que le puedo dar. Estimar: tener aprecio, consideración a alguien o algo. Esto amplía mucho, casi hasta el infinito, el campo de nuestra capacidad de estimar, de amar. Es cierto que hay varios tipos o gradaciones de estima: la estima (el amor) por los padres, hijos, hermanos, familiares, también por los amigos, compañeros de juego, de hobbies, de trabajo, por la pareja , etc., etc.
Habría que hacer aquí, quizás, una pequeña explicación de algo muy difícil: que es, que entendemos por Amor, por Estimar, por Amar?
Intentando responder a esta pregunta, de manera amplia y sencilla, diría que estimar, sentir Amor, es sentirse atraído por alguna, o todas, las características del ser u objeto estimado, amado. Lo que lo hace, a nuestros ojos, único o al menos sensiblemente diferente a los demás: digno de ser amado. Las virtudes o características que nos llevan a sentir una atracción, ganas de estar con … , a sentirnos bien en compañía del ser amado. Esto es la fuerza de atracción, la fuerza de unión. Podríamos decir pues que TODO lo que nos empuja a estar unidos es fuerza de amor.
Podemos así estimar casi la totalidad de lo que nos rodea si somos capaces de ver estas virtudes o características.
Pero esto no nos dice todavía cuál es este Arte de amar del que hablaba en el encabezamiento. ¿Qué hacer para ir desarrollando este arte? ¿Qué nos hace falta cultivar?
Un paréntesis: si quieres compartir pan con alguien que tiene hambre, ¿qué te hace falta? Pues es evidente: tener pan! Ya que si no tienes, que podrás compartir? Un pan virtual, las ganas, la promesa de un futuro?
Como en este caso del pan, si quieres compartir Estima, Amor con alguien, es necesario, es indispensable que Tú tengas Amor, estima!
Ya que sino, ¿qué compartirás? amor virtual, una idea, una proyección?
Y que es tener Amor, estima, sino autoestima, estimación para uno mismo, sentirse digno de ser amado, de estimarse, de amarse! Tener, sentir Amor por uno mismo no significa ser egocéntrico, ni idolatrarse, ni pensar que uno es el centro del universo y que los demás están a nuestro servicio.
Es sencillamente no maltratarse, no hacerse daño en ningún campo: ni física, ni emocional, ni mental ni espiritualmente. Ya que, ¿cuántas veces nos decimos «cosas» tan poco amorosas y carentes de estima como: no puedo, soy burro, soy un inútil, he fracasado, etc. etc. (Son sólo algunas de las negatividades posibles) de manera automática e inconsciente.
Y si no es hacerse el mal, es pues hacerse el bien! Hacer aquellas cosas que hacen bien a nuestro ser interno y que te llevan a sentirte cada día más en orden, en paz, mejor contigo y tu entorno.
Podemos decir así que el Arte de amar es aprender a ser cada vez más amoroso contigo mismo, menos duro, más tolerante con las carencias, más gentil, más paciente, menos exigente sin caer en la negligencia, disciplinado en el día a día, buscando la superación de las propias limitaciones sin caer ni en la crítica destructiva ni en el castigo.
Y esta es una práctica, una disciplina que se puede aprender, casi diría que hay que aprender! Una práctica, un aprendizaje que, como todas, requiere de una enseñanza, de un «profesor», de alguien que nos estimule a ir más allá ya que solos, normalmente caemos en la autocomplacencia y en el «ya lo haré mañana «.
Les invito a practicar este arte sutil e ir día a día siendo cada vez más Amorosos, a amar, a amarse TODOS los días del año.
¡Haz de cada día un San Valentín!


