Podemos divergir sobre lo que significa éxito, ya que es un concepto lo suficientemente amplio para que en él quepan todas, o casi, las interpretaciones personales.
Sobre aquello en lo que estaríamos prácticamente todos de acuerdo es que tener éxito incluye alcanzar un cierto grado de satisfacción en los propios objetivos.
Es en este sentido que quiero emplear la palabra éxito: «estar relativamente satisfecho de los propios actos, las propias realizaciones y el logro (relativo) de los objetivos personales».
Es evidente que visto desde afuera, según la opinión de otros, el éxito propio es algo muy relativo: lo que a algunos les parecerá algo maravilloso y evidencia de éxito, a otros les parecerá el más absoluto de los fracasos.
Y casi a todos nosotros nos pasará lo mismo: opinaremos sobre el éxito o el fracaso de otros según nuestros propios criterios y opiniones (a menudo teñidos/as por creencias, experiencias propias o familiares nada edificantes, ideas políticas, prejuicios, preconcebidos, etc.).
Parece pues bastante claro que nuestra idea sobre el éxito de los demás NO será muy, o nada, imparcial.
Si la opinión de los demás es, y seguirá siendo, parcial, incluso interesada, muchas veces contradictoria y a menudo errónea ¿tendríamos que tenerla en cuenta?
¿Cuál será pues la manera segura de calificar de éxito o de fracaso a algo o a alguien?
Únicamente puede ser Uno Mismo el que puede calificarse como Persona de Éxito o de «fracasado».
Y, si es uno mismo el que tiene que decidir calificarse como Persona de Éxito o de «fracasado», ¿no deberíamos de tomar en consideración otros parámetros que los usados habitualmente en nuestra «sociedad de la información»?
En esta sociedad en la que prima más (si hacemos caso a todos los magacines de color rosa) «salir en la tele» y «ocupar plana» que ser íntegro y estar realmente plenamente satisfecho con uno mismo; ¿podemos basar la propia satisfacción y felicidad en la opinión de los demás?
Ya que si la basamos en factores exteriores, ¿podremos satisfacer alguna vez al ciento por ciento (100%) el gusto o la opinión del cien por cien (100%) de la sociedad?
¿Y, si como parece evidente, NO podremos alcanzar nunca ese 100%, es necesario que sigamos preocupándonos por eso? Si es así estaremos cultivando la insatisfacción, y en último termino cultivando el fracaso (ya que, dependiendo de la opinión de los demás, siempre estaremos descontentos, insatisfechos de nosotros mismos y con sentimiento de fracaso).
¿Cuál debería ser nuestra línea de conducta de cara al éxito?
- En primer lugar, como hemos visto, NO depender de la valoración y opinión de otros para la propia consideración y calificación. Esto no significa no tener en cuenta la opinión de los demás, sobre todo aquellas opiniones cualificadas y constructivas (aunque puedan ser criticas).
- En segundo termino relativizar mucho aquello que podemos considerar éxito o fracaso. Si es únicamente Uno Mismo el que puede calificarse como Persona de Éxito o de «fracasado», ¿es necesario que seamos tan duros y exigentes/intransigentes con nosotros mismos? ¿Hace falta que consideremos los «errores» (todo lo que no sale tan “bien” como uno desearía) como un fracaso? ¿O bien puede ser una maravillosa posibilidad de aprendizaje (si extraemos de ello todas las enseñanzas posibles)?
- En tercer sitio llega la ¡necesaria visión realista de nuestras posibilidades y facultades reales! Ver las propias opciones con realismo, sin “castillos de viento”. Fijarnos objetivos claros, precisos y realizables en un plazo fijado en el calendario.
- Liberados de estas inmensas presiones exteriores e interiores, estériles y agotadoras, podremos dedicar TODOS nuestros esfuerzos y todos nuestros medios a ¡Cultivar el Éxito! Si todos nuestros recursos los ponemos al servicio de nuestros objetivos focalizaremos toda nuestra energía, nuestro tiempo y nuestros medios a un solo fin. Sin dispersarnos, sin distracciones exteriores, no malgastando recursos, fijados en, enfocados hacia una sola dirección seremos eficientes en «los propios actos, las propias realizaciones y el logro de los objetivos personales».
¡ Estaremos Cultivando el Éxito !



