Prosperidad y cambio climático


Prosperidad y cambio climático

Prosperidad y cambio climático

Prosperidad y cambio climático

Prosperidad y cambio climático

Estos días se está celebrando en Paris, como todo el mundo sabe, la cumbre sobre cambio climático. Allí los líderes y dirigentes mundiales intentarán; algunos por convicción, otros por necesidad, algunos más por oportunismo político; llegar a un consenso con el fin de minimizar la intensidad y el efecto de este cambio sobre el planeta.

Ahora, cuando los últimos «negacionistas» ya no tienen mas argumentos para continuar oponiéndose a las imprescindibles medidas que pueden, aún, impedir males mayores, es tiempo de acción, de medidas concretas y efectivas, de soluciones.

Ya no es hora de discutir si se está produciendo o no. Todos los eventos climáticos a nivel mundial nos lo hacen evidente. Los científicos especialistas en climatología sólo discuten sobre si el cambio será más o menos catastrófico, sobre si todavía estamos a tiempo de reducir el impacto y de las medidas correctoras que hay que poner en marcha.

Sobre aquello en que todos, absolutamente todos, están de acuerdo es que el origen del problema es humano. Si, somos nosotros los humanos los que hemos producido con nuestras emisiones de CO2 (entre otros) un aumento de la temperatura media anual del planeta de más de un grado y medio. A los no entendidos, este aumento les podrá parecer poco significativo, piensen pero que es el suficiente para hacer derretir la mayor parte de los glaciares y hielos mundiales, desde el ártico hasta el antártico.

Con nuestra ceguera hemos perturbado el frágil equilibrio que la naturaleza había tardado millones de años en conseguir. ¡Hemos hecho de aprendices de brujo!

Pero el objetivo del artículo de hoy no es ser catastrofista, ¡no!

Lo que deseo es reflexionar juntos y ayudar a que todos, quizás, tomemos un poco más de consciencia sobre las consecuencias de nuestras acciones.

Y así, más conscientes y atentos a lo que hacemos, podamos aportar nuestro «granito de arena» a solucionar este inmenso problema que nos afecta a todos.

Ya sé que no soy yo, ni usted, los que tomamos las decisiones a nivel mundial. Pero de ahí a decir «yo no puedo hacer nada», hay un abismo.

Para aquellos que pudieran pensar «esto es cosa de ecologistas» les invito a leer la encíclica del Papa Francisco LAUDATO SI’.

Y también,

“Lo que debería darnos esperanza de que este es un punto de inflexión, de que este es el momento en el que hemos decidido por fin salvar nuestro planeta,…”; “Uno de los enemigos que estaremos combatiendo en esta conferencia es el cinismo, la idea de que no podemos hacer nada respecto al cambio climático”. Presidente Obama.

No me invento nada, solo recojo, aquí y allí diferentes reflexiones y pensamientos de personajes célebres.

Aportaciones que me permiten continuar en esta línea de reflexión.

Ya es evidente ahora, para todos los seres de buena voluntad y con la cordura suficiente para darse cuenta de que la supervivencia misma de la especie humana puede estar en peligro, que la hora de las «buenas intenciones» ha pasado y que ahora es la hora de actuar, de hacer lo que sea necesario para permitirnos a todos seguir disfrutando de condiciones óptimas para la prosperidad y el bienestar.

“Demostramos que el crecimiento económico fuerte y un medioambiente más seguro ya no tienen que entrar en conflicto uno con el otro, sino que pueden funcionar en conjunto.” (Obama)

El bienestar físico y una situación económica que asegure la prosperidad de todos no sólo no están reñidos con la preservación del planeta, sino todo lo contrario. Hay una interrelación estrecha entre medio ambiente y prosperidad. ¿O alguien puede pensar que si seguimos abusando de todas las materias primas sin ningún tipo de medida podremos continuar indefinidamente? ¿No recordamos tal vez que el nuestro no es un mundo infinito, sino que tiene recursos grandes pero limitados?

La elección es sencilla: o somos «depredadores» sin escrúpulos o somos colaboradores del planeta, de la naturaleza. Y que conste que esto no significa rendir un culto pagano a la tierra. Sólo significa que hemos aprendido la lección que necesitábamos aprender. Significa que podemos tener, necesitamos tener una relación con el planeta de respeto y uso (no abuso). Significa aprovechar los recursos con otro enfoque, otra filosofía de vida menos egoísta y egocéntrica.

Aunque uno fuera absolutamente egoísta y no le importara lo más mínimo el bienestar de los hijos, nietos o seres cercanos, y practicase el «después de mí el diluvio» se supone que el propio bienestar y la propia seguridad y supervivencia si le deberían de preocupar.

Necesitamos cambiar de modo de actuación para lograr la prosperidad y el bienestar a todos los niveles (físico, emocional, mental, espiritual).

“Que ese sea el fin común aquí en París. Un mundo digno para nuestros hijos. Un mundo caracterizado no por el conflicto, sino por la cooperación; y no por el sufrimiento humano, sino por el progreso humano. Un mundo más seguro y más próspero, más estable y más libre que el que heredamos.”(Obama).

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About Miquel Bru

Me dedico al bienestar integral de la persona tanto en el entorno empresarial como a particulares. Coach y formador, Creador y Terapeuta del método: "Acompañamiento Personal" ©. Creador y conductor de diferentes seminarios de Crecimiento Personal desde hace años: “En busca del Maestro Interno”, “Superando la Muerte”, “El botiquín Interno de la Salud”, “Psico-Bio-Generadores: Chakras”. Creador del "Sistema Y'Un" ©, profesor de Zen desde 1986 en la línea Dürckheim (temáticos de Zazen), Hipnoterapeuta, Trainer en Control Mental y técnicas de relajación-meditación (temáticos de meditación) además de maestro de Reiki. Desde 2004 hasta 2013 Gerente del Centro Mosaic en el Principado de Andorra, el cual está dirigido al crecimiento holístico de la persona. Realizo conferencias, seminarios y cursos en diferentes lugares.
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