Metamorfosis versus Evolución

Este año en que se cumplen cien años de la publicación del libro de Franz Kafka: La Metamorfosis, me gustaría aprovechar la ocasión para reflexionar modestamente sobre el momento histórico en el cual estamos.

Cambio climático, penurias diversas, migraciones descontroladas provocadas por guerras o pandemias, empobrecimiento cultural debido a la banalización de los contenidos supuestamente «culturales», «relativización» moral, degradación generalizada de las actuaciones políticas tanto a nivel interno de países como en la escena internacional, sustitución de valores éticos por ejemplos publicitarios o marketing, etc.

Son, desgraciadamente, sólo algunos ejemplos de que en este momento de nuestra historia conocida como raza humana estamos en un cruce, un momento decisivo en el que será necesario, HACE FALTA, es imprescindible tomar decisiones colectivas valientes e imaginativas.

Necesitamos, si queremos sobrevivir como especie, cambiar un gran numero de maneras de hacer, de actuar y sobretodo de SENTIR.

Nos es necesario sustituir urgentemente el criterio del «Todo vale» por otros mucho más coherentes, responsables y sobre todo más inteligentes.

No les quiero deprimir, pero si seguimos mínimamente las noticias habremos de reconocer que la retahíla de hechos alarmantes se suceden de forma ininterrumpida.

Ante esto podemos, como he escrito en otras ocasiones «hacer el avestruz» y elegir no mirar, y por lo tanto no ver los problemas, o bien ser valientes, osados ​​y «ponernos manos a la obra». No ver no ha sido, ni será nunca, una solución a los problemas. Al contrario es «la mejor» manera de que los problemas se enquisten y agraven.

Este «Todo vale» nos ha llevado adonde estamos ahora: ¡un callejón sin salida!

Parecía, durante el periodo del «deslumbramiento» (este tiempo de bonanza económica para algunos) que el fin justificaba los medios. Todo, o casi, servía si se obtenían «buenos» resultados económicos. Si la cuenta de resultados satisfacía a la junta de accionistas no había que ser muy quisquillosos en cuanto a los métodos empleados. Vemos ahora algunas de las causas judiciales que empiezan a aflorar y el olor que desprenden no es precisamente a perfume.

¿Podemos pensar que haciendo lo mismo que nos ha traído estos problemas les pondremos remedio y solución?

«Si quieres obtener resultados diferentes, no hagas lo que has hecho siempre ¡ACTÚA DIFERENTE!»

También he comentado varias veces sobre la corrupción y lo que significa a nivel social: es como una lepra, un cáncer que corrompe la sociedad y sus individuos.

Y esta «enfermo» tanto el corrompido como el corruptor.

¿Y del título del artículo? Ahora llego a ello.

«Metamorfosis: en la mitología griega, episodios por los que ciertos personajes se transforman en animales».

Como en el libro de Kafka, en el cual Gregorio Samsa, el protagonista, se convierte de repente en un enorme insecto, corremos el riesgo de transformarnos en insectos monstruosos que solo viven para su propia y egoísta existencia.

A diferencia del protagonista, que efectivamente se transforma en insecto pero que conserva todo su potencial humano, si seguimos «mirándonos el ombligo» y no aportando solución a los problemas globales, podríamos degenerar en todos los campos, en todos los aspectos.

Empleo la palabra metamorfosis: cambio irreversible, y en este caso negativo, que imprimimos, como individuos y como sociedad al único mundo que tenemos: la Tierra.

Como opinaba Vladimir Nabokov sobre el personaje de la novela de Kafka:

«Gregor Samsa es un humano en un cuerpo de insecto, mientras que sus familiares son insectos con apariencia humana».

Sus familiares; padre, madre y hermana; tienen efectivamente apariencia humana, pero han perdido la calidad que nos hace humanos y que nos permite evolucionar individualmente y como especie: la empatía, el respeto a todos los niveles, el reconocimiento de las dificultades del otro, la voluntad de servir un proyecto común, el recuerdo de todo aquello que nos une más allá de lo que nos separa, el agradecimiento, el amor …

Me gustaría pensar que la sociedad en general, y que cada uno de nosotros en particular, no quiere, no queremos devenir «insectos con apariencia humana».

No todas las metamorfosis son negativas. Recordemos aquí la metamorfosis del gusano o larva en crisálida, de la crisálida en mariposa, etc.

Esta es pues una evolución natural y necesaria: el paso de algo embrionario a su siguiente nivel evolutivo. Esta tiene que ser nuestra tarea común como humanidad: llegar juntos a superar todos los obstáculos que juntos hemos puesto (de acuerdo: algunos más que otros).

Así, el título del artículo cambiaría y pasaría de ser:

«Metamorfosis versus Evolución» a ser: ¡ Metamorfosis y Evolución !

Hoy, puesto que estoy recordando centenarios, voy a recordar uno más.

Decía Santa Teresa de Jesús (hace ya quinientos años):

«Alguien que no vive para servir no sirve ni para vivir».

¡ Les invito a VIVIR !