Preparando las vacaciones… ¡Estrategias para no hacer el avestruz!


 

Preparando las vacaciones… ¡Estrategias para no hacer el avestruz!

Preparando las vacaciones…
¡Estrategias para no hacer el avestruz!

Para aquellos que no las hayan empezado todavía, ahora «toca» iniciar los preparativos para llevarlas a cabo.

Vacaciones: tiempo de recreo, de ocio, de reencuentro con amigos y familiares, de descanso, de viaje, de cultura, etc.

Tiempo también para estar con uno mismo, para coger un poco de perspectiva y reflexionar sobre la propia vida y sobre todo lo que la compone: trabajo, relaciones estables o efímeras, amigos, objetivos a medio o largo plazo (voluntariamente elegidos o acaecidos) y permitirse (quizás) una (a pesar de estar subdividida en varias) gran y trascendente pregunta:

«¿Estoy realmente contento y satisfecho con TODO lo que compone mi Vida?», «¿Cambiaria algo (interno o externo)?», «¿Le añadiría o sacaría alguna cosa/ persona?»

Grandes preguntas que necesitan de pausa, tiempo y calma para poder ser mínimamente consideradas o contestadas. También de valentía y coraje, ya que no suele ser fácil verse a uno mismo con la necesaria objetividad. Y todavía suele ser más difícil y complicado ponerse manos a la obra, buscar soluciones y ponerles remedio.

¿Porque hace falta que sea en «tiempo de vacaciones» este tiempo de reflexión? Es muy cierto que solemos tener más tiempo libre, menos ocupaciones y preocupaciones, y esto nos permite estar más receptivos y atentos a las propias necesidades, a la vez que también nos permite escuchar más esa pequeña voz interna que nos habla de nuestros anhelos profundos. Voz muchas veces «ahogada» por la gestión incesante y el estrés de los temas del día a día.

También suele ser cierto que, según la estadística, el tiempo de vacaciones es la época del año en que más separaciones se producen.

Puede ser cierto pues que disponer de más tiempo conlleva un riesgo: el riesgo de ver (en la pareja aquellas cosas que no nos gustan demasiado, o nada); de vernos (en uno mismo aquellas cosas, actitudes, maneras de hacer o ser francamente mejorables).

En ambos casos el riesgo es evidente: mirar, mirarnos conlleva el riesgo de ver, de verse. ¡Si no queremos ver la mejor solución es no mirar!

¿Habría que reservar el tiempo de vacaciones para ver?

¿Habría que esperar a tener tiempo de vacaciones para buscar aquellas cosas mejorables en nuestro interior y en las relaciones, ver que se puede hacer y ponerse manos a la obra?

¿Habría que esperar a tener tiempo de vacaciones para ver (muchas veces de forma involuntaria) aquello que No nos gusta en nosotros o en nuestra pareja?

¿Habría que esperar a tener tiempo de vacaciones para buscar, encontrar y poner solución a todo aquello que sea mejorable?

Si no somos avestruces y hacemos (como dicen que hacen estos pájaros) voluntariamente el gesto de No mirar y el acto de No ver, enterrando la cabeza en la arena de la ignorancia, disponer de más tiempo conlleva ver (aunque sea ​​de forma involuntaria).

¿Habría que esperar a tener tiempo de vacaciones para tener la oportunidad de ver?

¿Habría que esperar a tener tiempo de vacaciones para mejorar la propia vida?

¿O alguien cree que vivir «a ciegas» hace más feliz? ¿Vivir en la ignorancia permite hacer desaparecer los problemas y contratiempos? ¿Impide que los depredadores atrapen el avestruz?

Así pues, si «nuestros propios depredadores internos» NO desaparecen simplemente haciendo ver que no están, o que no les vemos, ¿para qué «hacer el avestruz» ?

Esta estrategia puede funcionar en niños muy pequeños: «no vale, no me puedes ver, no me puedes hacer nada, estoy resguardado, estoy salvado, etc.»

Se supone que ya hemos dejado atrás esta fase de nuestro desarrollo y que somos un poco más maduros y sensatos.

¿Habría que esperar a tener tiempo de vacaciones para interesarse por uno mismo y la propia problemática?

Si ustedes no son de los que practican profesionalmente «el dudoso arte» de:

¡Si no quieres ver la mejor solución es no mirar!, les sugiero que no esperen a tener tiempo de vacaciones para interesarse por todo aquello que pueda mejorar su vida, su bienestar y aportarles más alegría y felicidad.

A aquellos que puedan refutar que el fruto de este trabajo de búsqueda del propio bienestar no se ve de manera tangible e inmediata les diría:

¿Hay que esperar para aprender a nadar a haberse caído al agua y estar a punto de ahogarse? ¿Hay que esperar a tener que irse el día siguiente al extranjero para aprender idiomas?

Aproveche pues estas próximas vacaciones para preguntarse con toda humildad, valentía y honradez si hay algo que mejorar.

Y yo les digo que SI, ya que, por bien que uno esté, ¿no le cabría todavía un poco más de bienestar? Por feliz que uno sea, ¿no le cabe todavía un poco más de felicidad?

Y, si es así, por favor, ¡tómese en cuenta seriamente y resérvese un tiempo para usted, un tiempo de mejora diaria, un tiempo de vacaciones en su día a día!

 

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About Miquel Bru

Me dedico al bienestar integral de la persona tanto en el entorno empresarial como a particulares. Coach y formador, Creador y Terapeuta del método: "Acompañamiento Personal" ©. Creador y conductor de diferentes seminarios de Crecimiento Personal desde hace años: “En busca del Maestro Interno”, “Superando la Muerte”, “El botiquín Interno de la Salud”, “Psico-Bio-Generadores: Chakras”. Creador del "Sistema Y'Un" ©, profesor de Zen desde 1986 en la línea Dürckheim (temáticos de Zazen), Hipnoterapeuta, Trainer en Control Mental y técnicas de relajación-meditación (temáticos de meditación) además de maestro de Reiki. Desde 2004 hasta 2013 Gerente del Centro Mosaic en el Principado de Andorra, el cual está dirigido al crecimiento holístico de la persona. Realizo conferencias, seminarios y cursos en diferentes lugares.
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