¿Vía Crucis y/o Vía Crisis?

El Vía Crucis (expresión latina que significa «Camino de la cruz») es una práctica devocional católica que recuerda los momentos de la vida de Jesús de Nazaret desde que fue hecho prisionero hasta su crucifixión y sepultura (Pasión de Jesús). Tradicionalmente se rememora en las iglesias durante la Cuaresma y Semana Santa y en muchos pueblos existe la tradición de hacerlo en procesión por las calles acompañando la imagen de Jesús en cruz.

Por extensión la expresión también se utiliza para expresar grandes dificultades.

(Wikipedia)

En estas fechas tan señaladas puede parecer osado o de mal gusto hacer este paralelismo entre las dos cuestiones. ¿Vía Crucis y/o Vía Crisis?

Con todo el respeto y admiración por la figura de Jesús, permítanme hacer algunas reflexiones sobre el tema.

¿No estamos acaso, o con toda seguridad, pasando conjuntamente como sociedad un auténtico, duro y largo (demasiado largo) vía Crucis a nivel social? ¿No son ya demasiadas las personas que sufren a muchos (demasiados) niveles (laboral, económico, familiar, social, emocional, mental y espiritual incluso)? ¿No son ya demasiadas las personas que no consiguen trabajo? ¿No son ya demasiadas las pequeñas o medianas empresas que han tenido que cerrar por excesivas dificultades financieras/bancarias? ¿No son ya demasiados los autónomos que han tenido que dejarlo por excesiva presión fiscal? Etc. etc.

Me parece evidente pues que estamos pasando grandes dificultades. Me parece sensato utilizar en este contexto la expresión ¿Vía Crucis y/o Vía Crisis?

Y las reflexiones que me gustaría compartir con ustedes son las siguientes.

• Jesús pasó por catorce estaciones hasta llegar a la última: el entierro. ¿Hace falta que colectivamente lleguemos hasta el entierro de todos los avances sociales duramente conseguidos en el último siglo?
• En varias estaciones pasó por un auténtico calvario. ¿Es necesario, es absolutamente imprescindible y necesario, que continuemos sufriendo este calvario colectivo?
• Jesús es crucificado. ¿Es necesario que la inmensa mayoría de lo que antes llamábamos «la clase media» sea crucificada en el altar de los beneficios (cada vez mayores) de las poderosas corporaciones?

Si, es evidente, estamos pasando momentos duros, muy duros, una crisis como no habíamos conocido antes. Hace falta, es evidente, rehacer y reorganizar muchas cosas. Hay que reestructurar las relaciones a todos los niveles: personal, empresarial, familiar, social, estatal, internacional, etc. Y también hay que introducir nuevas, mejores y más eficientes relaciones en todas las instituciones multilaterales.

Pero la reflexión central que yo me hago es: ¿es necesario que todo esto se siga haciendo exactamente como hasta ahora? ¿No hay otras maneras de hacer menos dolorosas y agresivas para la mayoría? ¿Cuánto tiempo se puede estrangular a alguien (la economía) hasta que se muera (se colapse)?

Por suerte nuestra también encontramos ejemplos positivos en el Vía Crucis:

• Jesús cae al suelo varias veces, y se levanta de nuevo: continúa! Nosotros también podemos levantarnos de nuevo, y … seguro que lo haremos!
• Jesús es ayudado por varias personas. Nosotros también podemos ayudarnos unos a otros, y cada vez vemos más solidaridad y más interrelación a todos los niveles.
• Jesús, a pesar de las dificultades, consuela a diferentes personas. Nosotros también podemos tener una actitud positiva a pesar de los contratiempos.

Lo que me gustaría transmitirles con estas diferentes consideraciones es que hay otra, muchas otras, forma/s de hacer.

La crisis está aquí, cierto, pero esta crisis (Vía Crisis) no tiene por que ser un auténtico calvario más tiempo, un auténtico Vía Crucis.

Y, para conseguirlo apunto algunas posibles salidas que ya me he atrevido a mencionar alguna vez en otro momento.

• Redistribuir los puestos y el tiempo de trabajo.
• Priorizar la sociedad en lugar de las corporaciones.
• Volver a una sociedad a escala humana, ¡en donde el centro sea el Ser humano!
• Dejar de mirarse el ombligo (ver sólo el árbol que no deja ver el bosque) y mirar el conjunto, la sociedad de la que todos formamos parte.
• Entender que en un mundo tan interrelacionado como el actual nadie se «puede salvar solo», y que necesitamos de todos.
• Ver, entender y aplicar que: ¡»si quieres obtener resultados diferentes, no hagas lo que siempre has hecho» ya que si continuas haciendo lo mismo obtendrás los mismos resultados!
• Etc., Etc.

Avanzándome al domingo siguiente diré que Jesús resucitó después de este largo y doloroso Vía Crucis, ¡nosotros también podemos (si hacemos lo adecuado) resurgir de este Vía Crisis y resucitar!

¡Les animo a emprender el camino hacia la regeneración, hacia la resurrección!