Perseverar: continuar, seguir a pesar de… , fe, confianza, caer y levantarse,
¡ Objetivos !

Palabra un tanto extraña en nuestro mundo actual donde parece que todo (o casi todo) se tenga que conseguir al instante.

Todo el mundo, y es muy natural, quiere conseguir algo. Unos algo más crematístico, más material, algunos enfocado a la profesión, otros más de tipo emocional y/o sentimental, aun otros quizás de orden espiritual. Y algunos más quizás una combinación de todos o de algunos de estos diversos apartados.

Poco importa cuál de estos apartados queremos alcanzar.

Generalmente lo queremos ¡ «ya» !

Con esta «prisa», este «vivir rápido», que nos caracteriza como sociedad «moderna» queremos » tenerlo hecho» al instante, preferentemente «ayer».

Si lo queremos hacer todo con prisa (por ayer), quizás lo haremos rápido, pero, ¿lo haremos bien? ¿Lo haremos de la mejor manera posible?

Imaginen que un agricultor quisiera «ayudar» el trigo a crecer yendo cada día al campo y estirando los brotes que salen para hacerlos subir más rápido. ¿Que sucedería? ¡Acabaría arrancando los brotes y matando el trigo!

Así pues ¿podemos acelerar algunos procesos? ¿Podemos querer ir más rápido que la misma naturaleza?

Y como somos de mente de resultados inmediatos, y parece que la paciencia ya no es una virtud, cuando no conseguimos ¡YA! resultados, al cabo de poco tiempo «lo dejamos correr».

¿Recuerdan ustedes la fábula de la tortuga y la liebre? ¿Recuerdan quién conseguía mejores resultados?

No estoy diciendo de ir lentamente, esta bien hacer las cosas con la rapidez y eficiencia necesarias.

Estoy hablando de hacer las cosas bien y de no abandonar, de no desanimarse al primer obstáculo. De continuar cuando tengamos fracasos ya que estos nos pueden dar la forma de hacer diferente que nos llevará al éxito.

Como decía Edison cuando le preguntaban cómo era que había fracasado cien mil veces antes de conseguir hacer una bombilla que funcionase, él respondía que había encontrado cien mil maneras de cómo no hacer una bombilla y una de cómo hacerla.

Parece que hemos perdido el sentido del tiempo y de lo que conlleva. Y, con esta manera de hacer, queriendo tener lo que deseamos lograr inmediatamente, nos «olvidamos» de la perseverancia.

Recogemos la definición de perseverancia y de perseverar que nos ayudarán a ver más claro la trascendencia de este hecho.

Perseverancia: acción de perseverar. Persistencia en alguna empresa, prosecución continuada en algo comenzado.

Perseverar: persistir en una manera de ser, de obrar. Perseverar en el bien, en su amor a … Perseverar en el estudio , en el trabajo . Perseverar en una resolución.

Perseverar es entender que no por correr más llegaremos antes, ni de la mejor manera posible. Es entender que de los «errores» se aprende. Es continuar a pesar de las dificultades y de los obstáculos. Es emprender el vuelo después de un desánimo, un desengaño. Es continuar la carrera cuando otros abandonan, ya que tú sabes /quieres y tienes la fuerza y ​​la voluntad de llegar a tu meta, a tus objetivos.

¡ Perseverar es creer en ti !

No se trata de no ver la realidad, al revés.

Se trata de verla plenamente y de hacer todo, Todo lo que hay que hacer para llegar a nuestros objetivos.

Se trata de perseverancia.

Esta es pues una aptitud que se puede desarrollar, una actitud que se aprende y se mejora con una serie de técnicas milenarias y métodos científicos basados ​​en las últimas investigaciones sobre aprendizaje.

El Zen, entre otros, nos dará la capacidad de superación necesaria para perseverar en muchas áreas de actuación, tanto personales como profesionales.

Hablando coloquialmente podríamos decir que se trata de pasar de la actitud del «niño malcriado» (que cuando no consigue aquello que quiere hace «una pataleta»), a la actitud del Ser Adulto que (a pesar de las dificultades) se toma el tiempo necesario, se esfuerza, se supera, ¡ PERSEVERA !