De la importancia de actuar:
“del pequeño gesto cotidiano”

Deberíamos, quizá, preguntarnos aquí y ahora, si a nuestros gobernantes les interesa más tener a un “rebaño” de sujetos pasivos e inoperantes, o a una Ciudadanía responsable de sus actos y cuidadosa en todas sus áreas de actuación.

Sea cual sea la respuesta de usted, No deje que le influya en su actitud de CIUDADANO.

Si somos ciudadanos responsables, podemos y debemos ejercer como tales y exigir un comportamiento ejemplar a todos los responsables, sea cual fuese su parcela de autoridad y/o responsabilidad. Y también una gestión modélica y fiscalizable de cada céntimo de gasto publico.

Si, en vez de esto, nos limitamos a ser sujetos pasivos convertidos en “victimas de la situación”, abandonamos nuestra magnifica y real (de autentica y de realeza) categoría de Ciudadanos.

El otro día alguien me comentaba que este articulo era “político”. Pues bien, ¡No y Si! No en el sentido de que ni pertenezco ni defiendo a ningún partido. Si en el sentido de que toda actuación, o no actuación, tiene unas consecuencias que influyen en todos y cada uno de nosotros.

(R.A.E. : Política: Arte o traza con que se conduce un asunto o se emplean los medios para alcanzar un fin determinado. Orientaciones o directrices que rigen la actuación de una persona o entidad en un asunto o campo determinado).

¿Que seria pues ser ciudadano? A mi entender, es recuperar el ser responsable de mis actos, enfocar mis actuaciones a ser “Un Ser pleno y autosuficiente”. Dejar de necesitar constantemente ser “asistido”, como si no fuese capaz de valerme, ni pensar, por mi mismo. Sé que en esta sociedad actual llevamos mucho tiempo siendo tratados como niños pequeños indefensos y “necesitados” de guía. Nada tiene que ver esto con una sociedad del bienestar en donde tenemos derechos de protección adquiridos. 

Estoy hablando aquí, como siempre, del desarrollo personal como Ser Humano del siglo XXI. De aquello que nos distingue del comportamiento compulsivo primitivo que se rige mayormente por los instintos primarios. De abandonar las viejas pautas limitadoras, adquiridas o impuestas, que nos llevan a estar “menguados, disminuidos” a estar limitados e indefensos, a ser victimas de la situación (sea esta la que sea) y a bajar los brazos abdicando de nuestra maravillosa capacidad de actuar.  

De ser este “Ser pleno y autosuficiente” completamente responsable de sus actos ¡capaz de actuar! De ser capaz de involucrarse, de proyectar la propia visión/ objetivo con la fuerza y el entusiasmo suficiente para creer (por lo menos uno mismo) en aquello que queremos realizar. ¡De actuar, de crear!

Evidentemente, este camino no es camino de un día, más bien es practica de, y para, mucho tiempo, es constancia, es disciplina, es consciencia…

De ahí la importancia de actuar con el “pequeño gesto cotidiano” que nos va a permitir, le va a permitir a usted (practicándolo) ir desarrollando poco a poco esta consciencia de ciudadano.

Ni con la decisión tomada (es cierto que uno no se despierta un día y decide que: hoy voy a ser este ser pleno…) ni con la táctica del avestruz (R.A.E.: Actitud de quien trata de ignorar peligros o problemas) va usted a SER.

De lo que se trata pues es de la practica constante de este “pequeño gesto cotidiano”, que a pesar de la apariencia de pequeño, este “gesto” va a convertirse en habito transformador, que poco a poco va a ir desarrollando en usted esta mayor consciencia.

Este “gesto” es la actitud en cualquier campo de actuación, en aspectos de la vida política, ambiental, económica, social e incluso deportiva. Es la actitud consciente que podemos desarrollar con la practica asidua del Zazen (meditación Zen). Es la practica del “instante presente”, del “estar aquí y ahora” en todo aquello que hagamos, es el tener todos los sentidos (cuerpo, corazón y mente) en lo que estamos haciendo, sea esto más o menos trascendente.

¡Es practicar, Es Actuar!