«limpieza»: ¡Vencer las resistencias al cambio, a los cambios! (San Juan: solsticio de verano)

He estado comentando en los dos artículos anteriores sobre la necesidad de cambiar y de las resistencias a hacerlo. En este, aprovechando el solsticio de verano y la proximidad de la noche de San Juan, quisiera profundizar un poco más sobre esta vital y cada vez más urgente necesidad de cambio.

«Hablaba de «despojarnos» de todas las viejas creencias limitadoras, de todas aquellas pautas de comportamiento y/o pensamiento que nos mantienen aferrados al pasado. De la «limpieza», ¿como limpiarse de todos los condicionantes negativos limitadores? De las Herramientas para la eficacia, la imaginación, el cambio, el bienestar y el éxito. Herramientas para no ser pasivos, negativos, ni resignados. Herramientas para vencer las resistencias al cambio, ser proactivos, asertivos, creadores, para Actuar con eficacia en este mundo de cambios constantes y cada vez más rápidos. «

A veces encuentro alguna persona que me dice, esto esta muy bien como teoría, pero como llevarlo a la práctica? Y yo, en estos casos contesto que no hablo de teoría, hablo de practica.

Todos, personas y empresas, tenemos unas aptitudes, unas características propias que nos hacen únicos y diferentes de los demás. Estas pueden ser aprendidas o estar incorporados en nosotros desde hace tanto tiempo que puedan parecer genéticas. Podemos decir que son las herramientas de las que estamos dotados y que nos permiten gestionar nuestro día a día. Estas aptitudes / herramientas pueden, y deben ser, pulidas, reforzadas y mejoradas constantemente. Como seres intelectivos que somos podemos aprender bastantes cosas nuevas, ampliando así nuestro abanico de recursos.

¿Pero es suficiente? ¿Podemos quedarnos con un extenso conocimiento técnico y asegurar así un éxito rotundo? Si así fuera tendríamos suficiente con formarnos en la mejor universidad o escuela de negocio para tener un brillante futuro. Claro que son imprescindibles estas herramientas, y cuando mejor formados estemos y de más recursos dispongamos, mejores oportunidades tendremos. Pero a pesar de ser absolutamente indispensables, estas herramientas/aptitudes sólo son uno de los dos grandes grupos de herramientas necesarias.

El otro gran grupo de herramientas también imprescindibles esta formado por nuestras actitudes. Este gran grupo de herramientas/actitudes está formado por nuestra particular manera de ver y afrontar las diversas situaciones que nos vamos encontrando a lo largo del día a día y de la vida. Hoy, con la gran proliferación de los libros de autoayuda que hemos experimentado, todos hemos oído hablar de que hay que tener una actitud positiva ante los hechos. Pero es evidente que una cosa es decirlo y otra hacerlo. Si bastara con  comprar un libro o dos todo el mundo estaría «nadando» en la abundancia.

Como en el caso de las herramientas/aptitudes, en este caso también podemos/debemos hacer todo lo necesario para ampliar, pulir, reforzar y mejorar constantemente estas herramientas/actitudes.

Y aquí es donde reside la gran dificultad: ¡en cambiar de actitud!

Por eso mismo he puesto como subtítulo «San Juan: solsticio de verano». ¿La Vida se resiste a cambiar? ¿La Vida se resiste a cambiar de estación? ¿Se resisten los pájaros a cantar, a construir el nido, a migrar cuando toca? ¿Verdad que no, y además parece absurdo plantearlo? Los humanos, en cambio tenemos esta facultad de resistirnos a cambiar, de resistirnos a la vida. Esta facultad de no hacer lo que nos iría bien tiene un nombre: ¡libertad!

Tenemos la libertad de quedar anclados en las pautas/patrones de conducta/actitudes viejas (¿zona de confort?) O bien aprovechar el fuego de la vida, el fuego de San Juan (todas las situaciones, dificultades y retos nuevos) para «quemar», deshacernos de las actitudes que ahora ya no sirven.

«Como en el caso del gimnasio, para aprender rápido tendremos un «instructor», un guía, alguien que nos pueda acompañar en el camino que necesitamos recorrer, y que, evidentemente, él ya debe haber recorrido antes para poder ser un buen guía . No se trata así de aprender «teoría», sino de practicar de forma metódica caminos y métodos más que probados que nos llevarán con toda seguridad a la meta buscada.»

Se puede aprender, nos hace falta, pues, implementar poco a poco, o rápido, según las ganas y/o necesidades de cada uno, un cambio de actitud, de actitudes, que harán que nuestra capacidad (aptitudes) no se vea restringida por los miedos, falta de perspectiva, excesiva prudencia, dudas, etc. (actitud).

Les animo a usar este «fuego purificador» de forma controlada sin esperar a que un incendio descontrolado haga el cambio de forma abrupta.

Buena verbena.